sábado, 16 de junio de 2012

Notas sobre autoestima

No conozco una sola persona que no se ame a sí misma, una persona que no tenga autoestima. Conozco personas cuya autovalía está en desproporción a sus características personales. Conozco personas que tienen juicios rígidos sobre sí mismas, que interpretan sus recursos y características personales como si fuesen erróneas, enfermas, malas, locas, inadecuadas, anormales, que necesitan cambiarse. Estas personas de dan cuenta que en realidad aman ser quiénes son, pero les cuesta trabajo dar el valor justo a su personalidad.
                Generalmente, cuando alguien utiliza la palabra autoestima se refiere a una especie de sentimiento hacia uno mismo,  poniéndolo en una termómetro  que puede subir o bajar. Las personas suelen decir que alguien que por ejemplo, no cuida su alimentación tiene baja autoestima.
                Esta noción de autoestima como el amor que uno se tiene a sí mismo, y sobretodo esta expectativa social, esta obsesión por tener una autoestima alta, en lugar de contribuir al desarrollo de una vivencia plena, me parece, en muchas ocasiones contribuye a lo contrario, o por lo menos bloquea el desarrollo.
                Autovalía, es decir la valoración que uno mismo hace de los recursos externos con que contamos, así como las características individuales, nos permite hacer un esfuerzo primeramente de reconocer que no estamos solos, contamos con amigos, familiares, con un trabajo, o con una formación, con una casa o un carro. Todos los recursos, tanto materiales, económicos, o afectivos, también contribuyen en nuestro desarrollo. Así mismo, contamos con recursos internos, como la manera muy particular de resolver los problemas cotidianos, la manera de llevar a cabo un trabajo, o bien nuestro estado de ánimo, nuestra capacidad para ser paciente, o bien nuestro alto nivel de actividad.
                Las características personales en su conjunto pueden servirnos de recursos internos. Por ejemplo, una persona paciente podría tener un estilo pacífico, no violento, para resolver problemas, lo que le permitiría tener relaciones familiares amables y en paz. Esta característica, puede cruzar el umbral y convertirse en un obstáculo, por ejemplo, de ser paciente, se pasa a la apatía, dejando pasar los problemas hasta que se acumulen, o bien no enfrentándoles por temor a perder algo. En cualquier caso, no significa que la paciencia sea una característica buena o mala, sencillamente puede ser benéfica o perjudicarnos, en determinados momentos.
                Por el lado contrario, podríamos tener a una persona que suele ser muy protectora de sus emociones, y muy expresiva, podría ser muy poco tolerante a las agresiones. Esto no necesariamente significa que tiene una autoestima muy alta, sencillamente es una característica de su personalidad, que igualmente le puede beneficiar para defenderse de las agresiones, o perjudicar al reaccionar precipitadamente lastimando a otros.
                 
                Bien, estoy seguro que todas las personas nos amamos, pero a veces necesitamos ayuda para poner en perspectiva justa nuestras capacidades internas. 

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