miércoles, 6 de abril de 2011

¿Qué es la Terapia?

   Es común escuchar a un familiar,  por ejemplo, decir que practicar un deporte, escuchar música o ir al cine, es su terapia, este sencillo ejemplo nos muestra que la palabra terapia forma parte de nuestra vida diaria.  Cada persona busca una actividad que le permita un tiempo y un espacio para el descanso, no solamente físico, sino también mental, una manera de recargar energías para regresar a las actividades y responsabilidades del diario vivir.  Algunas personas buscan ese espacio y ese momento con una amistad, a la cual le cuentan sus inquietudes, usualmente esperando un consejo, o quizá ese alguien que sabe escuchar y comprender, es decir alguien que le ayude a repensar las situaciones por las que atraviesa, para después poder abordar dichas situaciones de una manera más efectiva.
   Fuera del contexto de las amistades y de nuestras terapias personales, la palabra Terapia hace referencia a un tratamiento para aliviar una afección. En el portal de la Real Academia Española (www.rae.es) la palabra Terapia se define como Tratamiento, que a su vez se define como un Conjunto de medios que se emplean para curar o aliviar una enfermedad. En términos muy generales, podemos decir que la idea de una Terapia surge de la medicina.
    Por su parte, la Asociación Americana de Psicología (APA) en su portal de internet afirma que la terapia se refiere a un tratamiento por problemas psicológicos, en el que terapeutas y clientes trabajan juntos para entender los problemas e idear planes para arreglarlos. Según la APA, el enfoque generalmente se localiza en cambiar pensamientos, emociones o comportamientos inefectivos.
 Las connotaciones que hoy en día tiene el concepto de Terapia trascienden el campo de la medicina. Por ejemplo, el concepto también alude a una sanación del alma, tomando de diferentes tradiciones nativas, de las religiones occidentales y orientales, el concepto de sanar no se refiere a una enfermedad, dolor o herida localizada en una parte específica del cuerpo, sino por el contrario a una afección localizada en la subjetividad, es decir en lo íntimo, en lo indecible, en lo profundo de la emoción, en la memoria quizá, en nuestras relaciones de pareja, con nuestros hijos e hijas, con nuestra familia y parientes,  en nuestro ser. 
  Otras propuesta de terapia psicológica buscan integrar la visión de la sanación con la de la solución de problemas. Es decir,  esa sanación que buscamos va sucediendo en un proceso muy dinámico entre lograr cambios en el afuera; en nuestras relaciones, nuestro aspecto, dar solución a esos problemas de manera efectiva. Al mismo tiempo, se busca un cambio en nuestra experiencia de vida, en lograr una experiencia de libertad plena, de armonía, de paz.
  Existe una amplia variedad de maneras de llevar a cabo una terapia psicológica. Ya sea de manera individual, de pareja, o de grupo. Sin ahondar en detalles de lo que cada perspectiva de terapia busca, podríamos hablar de las terapias Psiconalíticas, las Cognitivo-Conductuales, las Humanistas-Existencialiastas, las Terapias Sistémicas, y recientemente se habla de las psicoterapias holísticas, que buscan la integración de las diferentes corrientes ya mencionadas. Cada perspectiva es muy efectiva para determinadas situaciones, por ejemplo, una situación de rezago escolar quizá sea más efectivo el abordaje Conductual, mientras que en una situación de divorcio una aproximación Humanista quizá sea la más adecuada, o bien para la resolución de conflictos de pareja o de familia, seguramente desde la Terapia Sistémica se obtendrían resultados rápidos y efectivos. 
  La elección de cuál es la perspectiva terapéutica para cada quién, va depender en gran medida de cómo se siente uno con tal o cual terapeuta. Si bien, la preparación y destreza de cada terapeuta es fundamental para que un tratamiento de resultados, también es importante el grado de comodidad personal que cada quien sienta con el o la terapeuta.

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